Ya había tocado todo mi repertorio en la feria del pueblo.
escandalosamente ebrios, me obligaron a tocar al violín
las notas de Susie Skinner, mientras ellos arreaban los caballos
hasta que se desbocaron.
Ciego como estaba, intenté escapar
mientras el carruaje se incrustaba en la zanja;
morí atrapado entre sus ruedas.
Aquí hay un señor ciego de frente amplia
y blanca como las nubes.
y blanca como las nubes.
Y nosotros, violinistas, del más sublime al más humilde,
escritores de música, contadores de historias,
nos sentamos a sus pies,
mientras nos canta la caída de Troya.
Edgar Lee Master ((1868–1950)
Spoon River Anthology, 1916
Traducción: © Jorge Salcedo
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