Gracias Fidel, porque en tu última reflexión partiste tu moringa en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed.
Gracias Fidel, porque en la moringa nos entregas tu carne, tus huevos, tu leche y nos llenas de tu presencia.
Gracias Fidel, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: comer moringa por nosotros.
Gracias Fidel, porque quisiste celebrar tu moringa en torno a una mesa redonda, para que fuésemos una comunidad trabajando a la sombra, remunerada en moneda dura, con independencia de edad o sexo.
Gracias Fidel, porque en las reflexiones nos haces uno contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a comer moringa.
Gracias, Fidel, porque todo el día puede ser una preparación para comer moringa.
Gracias, Fidel, porque todos los días puedo volver a empezar a comer moringa, y continuar comiendo moringa con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti, o en tu moringa.
Parece Fidel se inspiró en la demanda de Pánfilo, JAMA!
ResponderEliminarYa tenemos la agresiva claria y este vegetal CENTRUM, para asegurar un semblante neutro o a punto de cara de vómito.
Nada debe ser mas importante para un cubano que escapar de Cuba, el infierno caribeño.