Huelen bien este hombre y su camisa.
Me he posado en su hombro. Detrás, alguien se ha vuelto.
El miedo paraliza a los cobardes.
Me detallan sus ojos, me hacen polvo sus dedos.
Me he posado en su hombro. Detrás, alguien se ha vuelto.
El miedo paraliza a los cobardes.
Me detallan sus ojos, me hacen polvo sus dedos.
Notas:
Imito aquí el modelo del "poema chino" referido en la anécdota de la entrada anterior.
La historia está basada en los hechos verídicos del asesinato de una bruja por una menor.
Arte: De la serie Moth masks, de la artista australiana Deborah Klein.
Pues te quedó muy bien, el titulo lo hace demasiado elaborado para mi gusto, pero imagino que ahi es donde está la jodedera.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, anónimo. La jodedera, como Dios, está en todas partes. En el título, en el poema, en las notas… El título es tan arcaizante como el resto.
ResponderEliminarexquisito esto...
ResponderEliminarsaludos
´jodedera´, vaya palabra para clasificar a ese largo cuento de terror. Tiene segunda parte?
ResponderEliminarSí, la segunda parte se titula "El retorno de la mariposa bruja". Imagínatelo.
ResponderEliminarse lo encargo, me muero de ganas de leerlo, a pesar del pánico y del abanico
ResponderEliminarpuedo contarte lo que pasó después?
ResponderEliminarpuedo narrarte lo que ha seguido pasando... el eterno retorno de las alas... del cuerpo peludo... de todo, menos del abuelo
ResponderEliminarSalcedo! Me matas cada vez que la leo aletear!
ResponderEliminarMe encanta que te encante. Es todo tuyo.
ResponderEliminar