Leyendo el blog de Enrisco me encuentro un video de Rita Montaner interpretando Ay, José y me pregunto qué lugar tendrá esa actuación en la representación del orgasmo en la música popular cubana. O en la música a secas. Me recuerda a Graciela Pérez cantando aquel Sí sí no no que estrenara con tanto éxito con la orquesta de Machito en 1955. Sí sí no no ya la interpretaba el camagüeyano Orlando “Cascarita” Guerra con la Orquesta Casino de la Playa a finales de los años cuarenta. La canción es de Rafael Blanco Suazo y en el repertorio de la Orquesta Casino de la Playa se titula Esto es lo último, aunque por alguna parte leí que su título original era “Mi cerebro” —léase “mi coco”. La interpretación de “Cascarita” anuncia ya, sin dudas, lo de Rita y Graciela, pero no alcanza todavía la atmósfera erótica de esos gemidos, suspiros, quejidos, mimos y arrebatos sensuales que musicalizan tan bien las dos señoras habaneras—de Guanabacoa una, de Jesús María la otra. He encontrado la versión de Ay, José que hace Graciela con Machito y también la incluyo aquí. Fíjense que en esas interpretaciones no se trata solo del doble sentido de las letras, que seguramente se confunde con los orígenes de la canción cubana y siempre la acompaña —todas las canciones cubanas hablan de sexo o comida— y mucho menos de la forma de bailar esa música. Lo que tenemos aquí es la musicalización de la exaltación sexual femenina en sus más reconocibles cadencias y sonoridades, no una réplica sonora o simulación gestual de la cosa en sí. Pienso ahora que el enigmático gruñido de Pérez Prado es la respuesta perfecta, concentrada y varonil, a la llamada musical de estas hembras. Una erupción, un clímax, un parteaguas en la partitura del mambo. Según el propio Pérez Prado, el primero de esos gritos se le escapó en la grabación de una guaracha titulada “Vayan comiendo” —de comida— que hacía con “Cascarita” —el mismo “Cascarita”. Al escuchar la débil entrada de las trompetas el "cara 'e foca” dio un salto y gritó: “¡Duro!” El grito salió en la grabación y a Pérez Prado le gustó, por lo que decidió adoptarlo, modificándolo en esa exclamación ininteligible y visceral que ya ustedes conocen y que ahora pueden traducir por “¡Duro!” Así entran, duro, las trompetas y todo encaja en esta historia. Pero volviendo al principio, la interpretación de Rita Montaner en esa película mexicana de 1951 es la evidencia más antigua que conozco de la vocalización inequívoca de la excitación sexual en la música popular. Es probable que la propia Rita ya hubiese cantado eso antes y es muy probable, como sugiere Enrique, que el encanto que ejerciera sobre nuestros abuelos tuviera algo que ver con ese tipo de interpretaciones. Fíjense si no en la sonrisa de éxtasis de los miembros masculinos de la banda acompañante en el clip de más abajo. En fin, que sigo preguntándome cuándo fue que comenzó el atrevimiento ese de venirse en escena, musicalmente hablando. Lo que sí es obvio es que Ay, José y Sí sí no no son muy anteriores a Je t'aime moi non plus, de Serge Gainsbourg y Jane Birkin (1969) y a Love To Love You, Baby, de Donna Summer (1975), las piezas más conocidas del “género” orgásmico. Aquí van todos juntos, por orden de antigüedad. Dios los cría y mi blog los acoge.
Esto es lo último, Orlando “Cascarita” Guerra con la Orquesta Casino de la Playa, c. 1945. Vayan al minuto 29:41.
Rita Montaner interpretando Ay, José en Víctimas del pecado (1951), una película mexicana dirigida por Emilio Fernández. No se pierdan la cara de los percusionistas.
Graciela Pérez con la Orquesta de Machito, cantando lo mismo que Rita.
Graciela en Sí sí no no, con la orquesta de Machito, c. 1955. ¡A correr!
Graciela, en el 2003, conversando con unos estudiantes de Williams College sobre Sí sí no no, Ay, José y su forma de interpretar estos números. “Decían que era malo”.
Pérez Prado, Mambo #5.
Je t'aime moi non plus, de Serge Gainsbourg y Jane Birkin, grabada en 1969.
Y si todavía tienen ganas, 17 minutos con Donna Summer. Love To Love You, Baby (1975).
Muy buen artículo... e imagino que Graciela puso enefermo a más de uno en aquella época. Están bravos su "Ay, José" y "Sí sí no no". Saludos.
ResponderEliminarY bueno, La Lupe no se queda atras... Fiebre, con traduccion de Fever incluida, es un buen ejemplo.
ResponderEliminarformidable
ResponderEliminarMiguel, no sé bien si la cosa era calentar o divertir, ¿cómo lo sientes tú? :)
ResponderEliminarAnónimo, La Lupe también, pero eso viene tarde, en los sesenta. Mi interpretación favorita de Fever es la de Peggy Lee. Pero eso no es justo, porque Peggy Lee es una de mis cantantes favoritas. Is That All There Is?
Varela, cómo va la cosa por el Escambray? De veras estás por allá o son jodederas tuyas?
temo responderte tarde porque ahora estoy en princeton de nuevo. pero volvere como mc'arthur.
ResponderEliminarsaludos
pp
delicioso este texto que seduce, esta intelectual manera de calentar motores... de subir la temperatura, de sugerir el quimbombó que resbale pa su yuca seca...
ResponderEliminar