30 de enero de 2010

Tráfico de substancias

Las palabras que somos son tan circunstanciales.
Se dice "mariposa", por ejemplo, o "desnúdate",
"cine", "ventana", "hilo", "silla", donde te sientas,
"tristeza", "hijo", "memoria", cualquier palabra, y hablas.
Hablas intercambiando decisiones suicidas.
Y reaccionas, te apuras, te dices y maldices
a medida que ellas, las palabras, se cambian
de posición, se agitan, van al baño y regresan.
Así son las palabras, circunstanciales, blandas.
Las ves venir a veces y otras, ellas te velan,
te van brotando o se te adentran juntas
y te arruinan la noche o se te abren de piernas.
Me encantan las palabras que tú tocas conmigo.
Son de todos, se dice –se dice cualquier cosa–,
pero, ¿para quién puede ser lo mismo "lo siento",
"besos", "tu abuela", "espérame", "no te vayas", "cochina"?
No son malas ni buenas, tú las tocas conmigo
y ellas mueven la cola, se excitan, me acorralan.
Tienen historia clínica, se prestan para todo.
Nosotros nos prestamos para todo con ellas.
Remitente culpable, norma, receptor cómplice;
tráfico de substancias, trasiego de uno mismo.

7 comentarios:

Lori dijo...

Como tu dices Jorge, todas las palabras con su carga de relatividad, "no son malas ni buenas, se prestan para todo". Dependerá de quien las dice, el momento y el contexto. Ellas poseen la magia de llevarnos del éxtasis al miedo, del infierno a la gloria. Felicitaciones.
Había estado esperando que publicaras algo de Martí. Te parece?

Jorge Salcedo dijo...

Gracias, Lori. Para homenajear a Martí no me alcanzan las palabras.

Anónimo dijo...

Oye Salce, con la mejor voluntad del mundo, pero con tu respuesta a Lori podrías retar a Obama para la presidencia.

Jorge Salcedo dijo...

Oye, Anoni (es difícil abreviar esto), déjame explicarte… Lo que quiero decir es que el mejor homenaje a Martí, a su vida, a su ejemplo (¿un buen ejemplo vale más que seguirlo?) es hacer algo, en nuestra circunstancia, justo como él hizo en la suya. Por eso, solo por eso, no me alcanzan las palabras para homenajearlo. Necesito otra cosa.
¡Coño, que a nadie le interesa el poema!

Lori dijo...

¡Coño, que a nadie le interesa el poema!

Oye Poeta, no me eches en ese oscuro saco. A mí me interesó y me encantó. Estoy segura que a muchos de tus lectores también, lo que pasa es que a veces no se tiene la voluntad de opinar. Lo del Anónimo es un asunto de fijación contigo, yo diría en mi argot político que es un quinta columna.
Yo te refería al Maestro porque precisamente en su aniversario posteaste la traducción del poema de Shakespeare inspirado en la belleza y las virtudes de su amante, inconcientemente hice un link con el poema de Martí a su esposa Carmen "Es tan bella mi Carmen, es tan bella... " solo eso. De todas maneras muchas gracias y lamento mi falta de tacto contigo. I'm sorry.

Jorge Salcedo dijo...

Lori, no iba contigo. La verdad es que nadie se merecía el exhabrupto. Ayer no fue mi mejor día.
Ese verso de Martí ("Es tan bella mi Carmen, es tan bella..." tiene los mismos acentos que "No son soles los ojos de mi amante…", de mi traduccción de Shakespeare, con razón te lo recordó. Pero no pueden ser más distintos en su motivación.
Saludos y gracias por tus comentarios.

Anónimo dijo...

El poema es muy bueno, poeta. Quizás bastante revelador. "Se dice cualquier cosa" (mi verso preferido), pero escoges bien tus palabras. O ellas a ti, en algún tráfico que, como escribes, te denuncia a ti mismo. Creo yo, no estoy muy segura.