¿No sintieron vergüenza, conciudadanos,
cuando mis propiedades se avaluaron
y todo el mundo supo lo poco que dejaba?
Ustedes, los que en vida me acosaron
para dar, dar y dar a las iglesias, a los pobres,
¡al pueblo! —yo, que ya tanto había dado.
¿Y acaso creen que no supe
que el órgano de tubos que regalé a la iglesia
dio cantos bautismales cuando Deacon Rhodes,
quien me quebró y no hizo sino causar mi ruina,
oró por vez primera después de ser absuelto?
Edgar Lee Master: Spoon River Anthology
Traducción: © Jorge Salcedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario