El secreto de Victoria
y la sorpresa de Umar
son dos sendas para entrar
en el reino de la gloria.
Las historias y La Historia
de la pasión, verticales,
dejan aquí sus señales,
permutan aquí sus fuegos,
nos va la vida en sus juegos
interiores, mercuriales.
Me refiero, claro está, al secreto de
Umar Farouk Abdulmutallab, el de interiores explosivos. La noticia es vieja, es decir, ya no lo es, pero se me pasó publicarlo entonces, ocupado como estaba en entender
La Revolución Cubana, así, con mayúsculas.
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