1 de agosto de 2012

La hora de la verdad para Jens Aron Modig


Jens Aron Modig en La Habana,  en conferencia de prensa el 30 jul 2012.

Este viernes 3 de agosto, en algún lugar de Estocolmo, el presidente de la Liga Juvenil Cristianodemócrata (KDU) de Suecia, Jens Aron Modig, comparecerá ante la prensa para hablar de su estancia en Cuba en las últimas semanas y de los sucesos que rodearon el supuesto accidente en el que perdieron la vida el líder del Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante el pasado 22 de julio. Aún se ignoran los detalles de esta comparecencia (lugar, hora, invitados…) y ni siquiera es seguro que no sea reemplazada a último minuto por un tímido comunicado de prensa, pero ya se respira cierto aire enrarecido de cautela diplomática, nada propicio a la verdad.

Una periodista sueca me comentaba en la mañana que su ministro de Exteriores le había pedido a la prensa “darle suave al asunto hasta que el ciudadano español esté de vuelta en España”, e imagino que otro tanto le habrán pedido a Aron Modig. El ministro, en su blog (los ministros suecos bloguean), luego de agradecer la cooperación de España y la Unión Europea en la liberación de Modig, ruega a la prensa que comprenda su reticencia sobre el tema:
Este asunto está lejos de concluir mientras el colega y amigo de Modig, [Ángel] Carromero esté todavía en Cuba. Y yo espero que la prensa entienda que esta consideración impone ciertos límites a lo que podemos decir sobre el tema. Tenemos motivos para hacer ahora por España todo lo posible para liberar a su ciudadano del mismo modo que ellos nos ayudaron en nuestro trabajo.
En otras palabras, la libertad de Aron Modig es resultado de un acuerdo de cooperación que involucra a los gobiernos de Cuba, Suecia y España, y la discreción de Modig no es sólo un compromiso personal con su colega Carromero, sino un asunto de Estado que compromete el honor y la profesionalidad de la diplomacia sueca. Quizás pensando en esto mismo, la hija de Oswaldo Payá declaraba hoy a EFE: “Sabemos que este suceso se ha convertido en un asunto de Estado y sabemos que entre Estados en ocasiones se pacta y se calla. Pero aunque otros callen nosotros no callaremos”.

Aron Modig está ahora en la misma posición que los ciudadanos cubanos, víctimas de un gobierno que les exige ser cómplices en su propia represión, negándola públicamente, rehenes de los acuerdos que impone a las democracias su relación con el castrismo. Ahora conoce en carne propia el costo que puede tener, para uno mismo y también para los más allegados, dar testimonio de las experiencias que se viven en esa isla donde se funden con técnicas de realismo socialista historias de horror, surrealismo y absurdo. Decir la verdad en Cuba no está al alcance de todos. Hace falta un gran valor, como sabían muy bien Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante, Orlando Zapata Tamayo y Laura Pollán Toledo.

Yo puedo entender que Modig mienta este viernes a la prensa y haga todo lo posible para proteger a su amigo y colega Carromero, con la esperanza de que éste reciba una sentencia mínima y la pueda servir en condiciones llevaderas. No creo que el gobierno cubano esté ofreciendo mucho más. Pero es necesario que entienda que si él miente este viernes sobre las circunstancias reales que provocaron la muerte de Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante, los disidentes y opositores políticos, los periodistas y bloggers independientes cubanos que su partido, su gobierno y su colega Carromero fueron a ayudar a Cuba, quedarán desprotegidos, más desprotegidos que nunca, y en mayor riesgo de correr la suerte de Oswaldo Payá.

La situación no es “muy compleja”, como insisten en calificarla los políticos españoles y suecos, pero sí es bastante difícil. Modig dará un testimonio verídico y completo de las circunstancias en que ocurrió el accidente, pagando un precio enorme por ello, o mentirá de algún modo, por el motivo que prefiera, quedando bien con sus amigos y enemigos políticos. No basta salir de Cuba para vivir en la verdad.

6 comentarios:

ar dijo...
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ar dijo...

El egoismo de mis compariotas cubanos no tiene limite ¿Dejaran algún día de mirarse el ombligo? Aron y ängel han hecho o que la mayoria de los cubanos del exilio no se atreven a hacer: ir a Cuba a prestar ayuda a la disidencia. Mientras ellos arriesgaban su libertad, decenas de cubanos exiliados van cada dia a Cuba a pertrechar al régimen castrista con el dinero que se gastan allí.
¿que importancia tiene que Aron diga ahora la verdad o la diga dentro de unos meses? La falta de solidaridad del exilio y de la disidencia es absoluta y lo único que van a lograr es que el mundo les de la espalda y nadie más les ayude. Lo importante ahora es liberar Angel Carromero pero a los blogueros estrellas solo les interesa su propia vida. Como siempre los cubanos culpando a los demás de su desgracia, resulta que ahora, según el autor de este árticulo, el culpable de ladesprotección de los blogueros es Aron. Increible estupidez.

Jorge Salcedo dijo...

Ar, acabo de borrar tu segundo comentario porque es una repetición idéntica del primero y porque no está bien que me llames “estúpido” un par de veces seguidas. Modig y Carromero fueron a Cuba a ayudar a los opositores y eso creo que debemos agradecérselo todos. Ese tipo de acción tiene sus riesgos y ellos lo sabían muy bien. Si fueron acosados en las carreteras cubanas por los agentes del gobierno, como sostiene la familia de Payá, y a consecuencia de ese acoso murieron Payá y Cepero, cosa en extremo grave, tienen que ajustarse los pantalones y decirlo ahora, no en un año o dos, cuando el asunto sea historia. Eso es justamente lo que está intentando conseguir el gobierno cubano. Si Modig cede al chantaje de callarse la verdad mientras Carromero esté en Cuba, allí mismo se va a quedar éste por uno o dos años más. Si la garantía del silencio de Modig es que Carromero esté en Cuba, allí se queda, te repito, hasta que el asunto se pierda en las brumas del olvido. Yo entiendo el temor de Carromero —y el de sus seres queridos— a que lo encierren mayor tiempo y en peores condiciones, y también entiendo la responsabilidad que debe sentir Modig por él. Nadie quiere sacrificar a Carromero para que la verdad salga a flote. Pero nadie se va a solidarizar con Carromero ni con Modig mientras cedan al chantaje del gobierno cubano. Y es obvio que ahora la presión para que Modig se calle no viene solo de Cuba, sino también de los gobiernos de Suecia y España, que han entrado en pacto con Cuba para resolver el asunto, sacrificando en el pacto la verdad de los hechos. Pero la verdad, repito, es lo único que puede proteger a los opositores cubanos. Si no, seguirán muriendo como Payá y Cepero, como Laura Pollán y Juan Wilfredo Soto, en extrañas circunstancias. El silencio de Modig mina la credibilidad de la familia de Payá y la de todos los opositores que tienen el valor de por lo menos denunciar la represión de que son víctimas. Solo el gobierno cubano les puede agradecer eso.

SixTarta dijo...

Se está centrando el tema en Angel Carromero. Yo siento su situación, pero él se la ha buscado. Prácticamente no tenía carnet de conducir (se lo estaban retirando por haber agotado los puntos por exceso de velocidad) y desoyendo los consejos que la embajada da a todos los españoles de contratar coche con chofer, no lo hizo. Es el típico 'niñato' aparatick que entra en el partido para medrar y porque no sirve para otra cosa. En vez de tomar precauciones se dedica a conducir por las carreteras cubanas.
Se nos quiere hacer olvidar que los verdaderos actores de este drama son Oswaldo Payá y Harol Cepero (al que por cierto dejaron morir) y sus familias. Son estas últimas y el resto de disidentes los que necesitan y merecen la verdad de lo ocurrido, por encima de componendas y asuntos de estado. Son ellos los que "se la juegan" día a día y no en una 'excursión' a Cuba, que salió mal.
Si por salir a la luz la verdad, la dictadura cubana impone a Carromero una pena más alta, a joderse y a aguantarse, pero la dictadura quedará a los ojos del mundo como lo que verdaderamente es.
Tiempo y ocasiones habrá de que el gobierno español negocie con el cubano la liberación de Carromero.

Linda dijo...

La política es una mentira, cómplice de las injusticias, disfrazada de diplomacia. Sobretodo debemos recordar que la verdad SIEMPRE NOS HACE LIBRES.
Ojala que quienes saben la verdad tengan el suficiente valor, porque hay que tenerlo, y decirla por honrar la honestidad y dignidad de lo que dicen defender.

Anónimo dijo...

pablo casado blanco......¿comenzó a "poner distancias" y a desvincularse de ángel carromero barrios en el último programa de "el gato al agua"?