16 de agosto de 2012

La muerte de Oswaldo Payá y la detención del teniente coronel Senén Casas

El senador cubano-americano Marco Rubio, miembro del Comité Selecto de Inteligencia del Senado. Foto: © Reuters

¿Existe alguna relación entre la muerte de Oswaldo Payá y la detención del teniente coronel Senén Casas? Lo que sigue es apenas el planteamiento de esta hipótesis y una idea o sugerencia para aclarar lo sucedido.

La primera mención en la red de la detención de Casas apareció el pasado 31 de julio en Universo Increíble, una página del periodista Oscar Suárez. Casas era el “ayudante personal del coronel Alejandro Castro Espín” —quien, como casi todos conocen, es el hijo de Raúl Castro y el Jefe de Coordinación e Información de los Servicios de lnteligencia y Contrainteligencia del MININT y del MINFAR. 

La noticia de la detención de Casas ha sido recogida luego en otros sitios y blogs, siguiendo la información de Universo Increíble, aunque no siempre dando el crédito. La única mención independiente del caso la aportó Penúltimos Días el pasado 6 de agosto: “Una fuente confiable me precisa que [Senén Casas] está en un régimen de investigación en una casa del MININT y que le permiten ir a su casa todos los días. Hay un sinfín de rumores alrededor del asunto, que involucra gente de las FAR y el MININT, pero poca información verificable”.

Algunos especulan que Casas pudo haber tenido alguna responsabilidad en el incidente donde murieron Payá y Cepero. Yo sugiero otra posibilidad: Casas podría tener responsabilidad en la filtración de información secreta sobre la muerte de Payá y Cepero. Los cargos que se le imputan, ser “agente de la CIA”, parecen más compatibles con una filtración de información clasificada que con cualquier responsabilidad en el planeamiento o ejecución de un operativo de seguridad.

La información clasificada a la que me refiero podría ser —o estar relacionada— con una versión alternativa de la muerte de Payá y Cepero que ha circulado en internet desde fines de julio (la reproduzco íntegramente en el post anterior) y que describe el supuesto incidente con abundantes pormenores. La encontré por vez primera en Anhelos y Esperanzas, el blog de Esperanza Serrano, quien la atribuye a un anónimo y la publica el 29 de julio. Luego la vi en otros foros y páginas de asuntos cubanos, pero con fecha posterior. Una elemental búsqueda en Google indica que este mensaje apareció por vez primera en Kaos en la Red el 28 de julio, en los comentarios a un artículo sobre la muerte de Payá. El comentario lo firma Alejandro2, usuario que no aparece antes ni después de ese día en las páginas del sitio. Que ese Alejandro2 sea el segundo de Alejandro Castro Espín parece poco probable, por obvio. Pero no hay que descartar que haga referencia a él, o esté vinculado con él, por algo más que esa sugerencia nominal.

Reconozco que la versión alternativa de la muerte de Payá podría ser apócrifa, aunque sea —o por ser— más verosímil que la versión del gobierno. Los detalles que da sobre el supuesto operativo —las maniobras de acoso y su lógica, el contenido de las filmaciones y de las grabaciones obtenidas mediante técnicas de escucha en el carro alquilado, las circunstancias precisas de la muerte de Payá y Cepero, etc.— de ser ciertos, solo pueden provenir de una persona bien situada en el Ministerio del Interior de Cuba. Alguien en una posición similar a la del teniente coronel Senén Casas.

Resumo y concluyo. La muerte de Payá, la aparición del mensaje de Alejandro2 y la noticia de la detención de Casas datan del  22, 28 y 31 de julio, respectivamente. Sé que la concomitancia o la mera sucesión no implican causalidad. Tampoco confundo lo verosímil y lo real. Carezco de medios para ir mucho más allá de la especulación. Pero recuerdo que esos medios sí están al alcance de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Para ellos no es gran cosa determinar el origen del mensaje de Alejandro2 y su veracidad. Probablemente también tengan información sobre las causas de la detención de Casas y sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Payá y Cepero. Y aunque no pueden ni van a revelármelas a mí, quizás sí puedan revelárselas a la congresista Ileana Ros-Lehtinen, quien preside el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, o al senador Marco Rubio, quien se sienta en el Comité Selecto de Inteligencia del Senado. A condición, por supuesto, de que la soliciten. A diferencia de españoles y suecos, los congresistas cubanoamericanos, republicanos y demócratas, representan a un número substancial de personas comprometidas con la democracia y la libertad de Cuba. Ellos están en mejores condiciones que nadie para confirmar o desmentir la versión de la muerte de Payá dada por el gobierno cubano. 

10 comentarios:

César Reynel Aguilera dijo...

Jorge,

La cuchilla de Occam indica que esas dos historias bien podrían estar relacionadas. Hay otros elementos que ayudarían a esclarecer todo este asunto. Los Castro monitorean las llamadas telefónicas en USA y los americanos, por su lado, hacen lo mismo con las llamadas generadas desde Cuba. Es difícil creer que los americanos no hayan grabado las llamadas generadas desde el carro en el que iban Paya y Cepero. La diferencia en este caso radica en que Cuba no tiene satélites y USA sí. El asesinato ocurrió un día soleado y en una zona de poca vegetación. Es posible, entonces, que los americanos lleguen incluso a tener imágenes del asesinato. Eso, a la hora de un juicio internacional, sería concluyente. En medio de ese escenario podrían estar ocurriendo dos cosas; una es que los oficiales de alto rango que no quieren verse involucrados en semejante bajeza decidan hablar y dar informaciones que el “enemigo” ya tiene, pero que sirven para desmarcarse así –en un futuro- de cualquier responsabilidad; la otra es la necesidad castrista de tener un plan B con un chivo expiatorio que pueda ser presentado como el agente de la CIA que decidió ordenar la muerte de Payá para acelerar la caída del régimen.
El problema es que dudo mucho que ahora, con Irán, Siria y Venezuela en el tapete, los americanos se decidan a revelar lo que saben sobre la muerte de Payá; eso es lo que puede salvar al castrismo una vez más, su insignificancia dentro de la política exterior de los USA.
Saludos
C.

César Reynel Aguilera dijo...
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Jorge Salcedo dijo...

César, de los dos escenarios que planteas, el segundo —Casas como chivo expiatorio en la muerte de Payá en un plan B castrista— se les hace ahora más difícil, pues ya han dado una versión de los hechos tras una ‘investigación’ de semanas y concluido públicamente que toda la responsabilidad del ‘accidente’ recae en Carromero. Tendrían que desdecirse, pintar a Casas no solo como el autor del asesinato sino también como el oficial a cargo de investigarlo y distorsionar la investigación. Un poco difícil, pero no dudo que intenten algo similar, de ser necesario. El primer escenario, Casas como oficial intermedio distanciándose de una actividad criminal, a sabiendas de que ésta trascenderá, me parece más probable, aunque, ciertamente, ninguno de esos dos escenarios se excluye, uno se refiere a las posibles motivaciones de Casas, el otro a las maquinaciones del gobierno. Pero independientemente de que ‘Senencito’ tenga que ver o no con nada de lo ocurrido a Payá, USA debe tener información relevante sobre lo ocurrido esa tarde del 22 de julio. Y con una comunidad cubano-americana tan grande y relevante aquí, en un año de elecciones, no me imagino cómo podrían negarse los congresistas cubano-americanos a un pedido público y firme para que esa información salga a la luz. Una carta abierta a los miembros del Congressional Cuba Democracy Caucus, seguida de cartas individuales a cada uno de sus miembros, enviadas por residentes en sus respectivos distritos, podría dar resultado y evitar que suceda lo que, con fundado temor, señalas en tu último párrafo.

César Reynel Aguilera dijo...

Jorge,

Sí, estoy de acuerdo contigo en que el primer escenario es más difícil, aunque con el Granma todo se puede. 
No creo que los americanos estén dispuestos a revelar lo que tienen, hacerlo traería consecuencias para las que ellos no están listos ahora; la cosa no se quedaría ahí, con la verdad vendría el clamor de castigo… y la verdad es que la unidad caza-psicópatas del US Army está bien ocupada en estos días.

Jorge Salcedo dijo...

Ciertamente, César. Es algo muy delicado y que habría que tener en cuenta al redactar una petición. Imagino a La Habana reaccionando como de costumbre, señalando a quienes buscamos esclarecer las circunstancias sobre la muerte de Payá como ‘agentes del imperio buscando una coartada que justifique una invasión’, etc. Hay que buscar la evidencia sobre lo ocurrido dondequiera que esté y podamos conseguirla, pero sin permitir que esto degenere en un conflicto Cuba-EE.UU., tan conveniente para ellos. La repulsa de un crimen, si existió, tiene que venir de los cubanos, primero, y de la comunidad internacional como un todo.
Gracias por tus comentarios, siempre inteligentes. Este es un post raro, con más de 500 visitantes únicos en menos de 24 horas, pero donde sólo 1 se ha animado a comentar :)
Saludos!

rogelio dijo...

La hipótesis que se narra aquí me parece muy plausible. El relato del tal Alejandro2 tiene detalles, que desde luego se pueden inventar, pero que huelen a legítimos. De ser una mera invención macabra, por ejemplo lo de la muerte de Payá por el traqueteo del camión, merecería un premio.
Y por supuesto, de ser una filtración real, algún revuelo más o menos "detectable" habría de causar en el régimen. Lo de Senén, un hecho que no ha sido divulgado por ellos, puede muy bien ser la manifestación de ese revuelo.
Sin embargo, no creo que este apresamiento de Casas, sea en cumplimiento de plan B por si se descubre el tinglado. Yo creo que el régimen no puede nunca "traicionar" a sus propios represores o dar la imagen de que los traiciona. Un error de ese tipo sería fatal y lamentablemente creo que es el único que no van a cometer. ¿Qué señal enviaría un gesto así al ejército de segurosos, chivatones, repudiadores y mete-gaznatones varios? Hay que tener en cuenta que el régimen depende cada vez más de ese ejército, de su sentido de la impunidad y de su iniciativa. En la medida en que la contestación ciudadana crece mientras el antiguo control ideológico se debilita, será cada vez más probable que alguno de estos "operativos" se vaya de control (como muy probablemente haya pasado con Payá): el régimen tiene que saber esto, y debe tener asumido que tiene que proteger a sus chicos pase lo que pase.
Nada, que estas cosas iban a pasar. Aunque a nosotros nos parezca que son los mismos de siempre y que lo controlan y lo predicen todo milimétricamente, la realidad seguro es muy distinta. Yo creo, que ahora mismo, más que planificar, reaccionan.

A perro flaco todo sus pulgas y al circo cubano le empiezan a crecer los enanos por todas partes. Y lo de Senencito no es más que un avance de lo que les espera a los herederos. Los antiguos machos-alfa se mueren o se debilitan (los ancianos de 90 años nos podrán parecer venerables pero nunca nos darán mucho miedo físico) y los que quedan deberán discutir su preeminencia entre iguales (dicen que Senencito y Alejandrito jugaban juntos de niños)... y el resultado no está escrito.

César Reynel Aguilera dijo...

Jorge,
Esas peticiones, por justas que puedan ser, tienen varios aspectos negativos. Para empezar, casi nunca proceden –legalmente- porque son enterradas bajo el poderoso manto de “asuntos de seguridad nacional”. Las pocas veces que han procedido ha sido después de largas batallas legales y casi siempre para encontrar rastros borrados y documentos ininteligibles. El otro problema que tienen es que si existe la información y los organismos de inteligencia la niegan después tienen que dedicarse a hacerla desaparecer, para evitar represalias legales en caso de que la misma se libere algún día. Es todo muy complicado y se corre el riesgo de “por querer saber hoy terminar no sabiendo nunca”. Hay formas, seguro, de hacerlo, pero esas formas son patrimonio de aquellos que saben moverse dentro de la extensa y compleja madeja que habita entre el poder legislativo y el poder ejecutivo de los USA. La otra posibilidad es la suerte, quiero decir, que Obama se levante una mañana y diga que está bueno ya de psicópatas matando gente decente y ordene la liberación de esas informaciones. El precio a pagar sería que unas horas después de la liberación de esas informaciones Alan Gross se “infartaría” en la cárcel. Y así “ad infinitum”; la política real es extraordinariamente compleja, son muchas las variables a considerar y demasiados los intereses a respetar. Pero ojalá. Y de más está decir que firmaría esa petición.
Rogelio,
Lo siento, pero la historia del castrismo demuestra que ese régimen ha vivido, entre otras cosas, de represaliar a sus propios represores; de usarlos y después desecharlos como si fueran pañuelos sucios. Desde el Che Guevara abandonado en Bolivia hasta Abrantes infartado en la cárcel, desde Tony la Guardia fusilado hasta Barba Roja muerto en “accidente” de tránsito la historia del castrismo demuestra que matar para esos dos hermanos es un negocio bien chiquito.


Jorge Salcedo dijo...

Rogelio,
De acuerdo con que esta gente "ahora mismo, más que planificar, reaccionan.” Nosotros no deberíamos cometer el mismo error.

César,
Todo lo relativo a información de inteligencia es complicado, por obvias razones. Es fácil entender que ningún servicio quiera revelar información que dé pistas sobre sus métodos de recolectarla o comprometa sus operativos. Pero recuerda que a veces esos servicios de inteligencia filtran información al público, no siempre a la Wikileaks, sin autorización oficial, sino con el consentimiento de la cadena de mando. Mañana podría aparecer en el buzón de un periodista la transcripción de todos los mensajes enviados desde los teléfonos de Modig y Carromero el 22 de julio, por decir algo. The bottom line para mí no es qué van a hacer los Castro, Suecia, España, EE.UU, sino qué podemos hacer nosotros efectivamente para conocer la verdad sobre la muerte de Payá y Cepero. Escribir un artículo de ocasión cada vez que matan a alguien, denunciar o bromear sobre las falacias y disparatadas versiones oficiales, intentar conocer que se traen entre manos unos y otros, que los motiva, etc., me sabe a poco. No creo que suecos o españoles vayan a revelar nada, porque su primer compromiso es con sus ciudadanos, a los que quieren sanos y salvos fuera de aquel infierno. La posibilidad de que EE.UU. revele algo de lo que sabe se debe, repito, a la influencia cubano-americana aquí. No por vía legal, que demora siglos, sino por presión pública, política, mucho más decisiva en un año electoral. Puede ser dirigiéndonos al Congressional Cuba Democracy Caucus, o dirigiéndonos a la administración Obama con el apoyo del Congressional Cuba Democracy Caucus. No tiene que ser nada confrontacional, pero sí firme y serio. En cuanto a que Alan Gross se “infarte” en la cárcel apenas salga alguna información comprometedora en el caso Payá, yo no aconsejaría a los Castro semejante “coincidencia”. A menos que quieran ver a Mariela Castro jineteando en moneda nacional al año justo del infarto.

César Reynel Aguilera dijo...

Bueno, pues arriba entonces, y a ver qué pasa. Es cierto que estas cosas no ocurren hasta que a alguien se le ocurre que pueden ocurrir.

Anónimo dijo...

Primera vez que entro a este blog que ya he puesto en mis favoritos. Gracias por el analisis profundo del crimen Paya-Harold. Como Salcedo dijo el pimer compromiso (quizas el unico) de los suecos y espanoles es con sus 2 ciudadanos, ya uno salio pero quedo prisionero de verbo aparentemente hasta que no salga el segundo. Si los cubanos no hacemos nada por aclarar lo que termino con las vidas de nuestros valiosos compatriotas todo quedara en lo oscuro y el regimen reira una vez mas. Y es muy triste pero todos seremos de una forma u otra complices.