Me gustaría que las medidas anunciadas ayer por el gobierno norteamericano iniciaran una nueva dinámica de distensión entre Cuba y los Estados Unidos, y que esta nueva dinámica impulsara a su vez la democratización de la isla. No lo creo, no lo espero, no veo motivos para ello.
Me es obvio, en cambio, penosamente obvio, que al levantar las restricciones a las visitas de los cubanos y cubano-americanos a su país de origen, el gobierno de Obama fortalece más aún las medidas represivas del castrismo para someter al exilio. Esta es una medida que no beneficia en nada a los exiliados cubanos, sino a los inmigrantes cubanos, o a aquellos que actúan como tales en los Estados Unidos, ya sea por conveniencia, por miedo, o por falta de tiempo.
Aunque la práctica no es nueva, a partir de este momento será un poco más evidente que quienes quedan excluidos del beneficio de visitar su país son aquellos cubanos que abiertamente se oponen y denuncian la tiranía, quienes apoyan a la disidencia o se involucran en iniciativas para promover la democracia y los derechos humanos en la isla. Los tapaditos, aquiescentes, los disimuladores cubanos genéticamente modificados en el laboratorio castrista, podrán viajar a nuestro país tantas veces como quieran y no tardarán, ya lo hacen, en denunciar a los primeros como los verdaderos causantes de la miseria nacional.
En un futuro cercano, quizá a sus pares de la isla se les permita también entrar y salir del país. A condición, claro está, de "no meterse en política". Será una forma adecuada de reciprocar el gesto amistoso de Obama y dar un estímulo material merecido a los baluartes indiscutibles de la revolución cubana.
6 comentarios:
Eso que dices es ya el presente. Que cosa es la “habilitación del pasaporte” si no es un pase de fin de semana de la beca o del servicio militar? No es la recompensa por la buena conducta mostrada durante la emulación socialista, a la actitud revolucionaria mantenida más allá de la isla?
Por lo demás, creo que existe una posición más: el apátrida (o el cínico, si quieres): la sensación de algo que ya no existe; la creencia de cero futuro para la isla; la imposibilidad de decir Cuba si atragantarse.
Lechu, la habilitación del pasaporte: te boto de tu casa y luego te cobro la entrada. Y te la cobro bien cara, porque te desprecio infinitamente, porque sé que regresarás arrastrándote y me sonreirás a la puerta y refunfuñarás un poquito pero al final no tendrás más remedio que sonreir, comportarte y hasta tocarme con cash extra para que te deje quedarte con todas tus pertenencias.
A mí me gustaría asumir consecuentemente la orfandad nacional de ese apátrida que describes en tu último párrafo y que ha sido una visión o una sensación persistente desde muy temprano. Ser consecuente con ese presentimiento de que Cuba no tiene futuro, de que asistimos, en vivo y en directo, a la descomposición y desintegración de Cuba como nación. Por alguna razón, no lo he logrado.
salcedo, ya ves, yo vi en el gesto de obama una respuesta tardía a ese bombardeo de cartas postciclónicas en medio de la campaña electoral...
sobre lo que dices: con o sin medidas de obama, el gobierno cubano tiene montada su maquinaria de extorsión (económica y emocional). vive de eso. yo tengo habilitado el pasaporte y no me avergüenzo. tampoco creo que haga méritos extra para merecerlo... la vergüenza, si es que la tienen, tendría que ser asunto de ellos.
Ana, la carta que enviamos el año pasado iba dirigida a ambos gobiernos y solicitaba un esfuerzo bilateral coordinado para desmontar las políticas de ambas partes con relación a las remesas, los envíos y los viajes. Lo que tenemos aquí es más visitas, viajes y envíos en los términos abusivos, discriminatorios y humillantes que dicta el gobierno cubano. No es lo mismo.
Estoy de acuerdo contigo en que el gobierno cubano seguirá extorsionando a sus nacionales, pero no creo que nuestra única alternativa sea ceder a la extorsión.
en eso estamos de acuerdo, quiero decir, la exigencia es para ambas partes. lo que no me parece 'justo' es criticar que obama levante las restricciones porque muchos, de una manero o de otra, se lo han (hemos) pedido; tampoco 'cargar' contra los cubanoamericanos que ahora viajarán a la isla. el 'blanco', para mí, es el sistema de extorsión que impera en cuba con los viajes y con muchísimas otras cosas.
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