5 de julio de 2009

56. Homer Clapp

Aner Clute
a menudo se negaba
a darme el beso de despedida en la verja,
diciendo que antes precisábamos estar comprometidos;
y con un distante apretón de manos
me daba las buenas noches, al traerla de vuelta
de la pista de patinaje o de ver un reestreno.
Mas no bien se alejaban mis pisadas
se escurría Lucius Atherton
(me enteré cuando Aner se fue a Peoria)
al pie de su ventana,
o se la llevaba a pasear por el campo
tras su flagelada cuadrilla de bayos.
El golpe de enterarme me hizo asentar cabeza
y puse toda la herencia que recibí de mi padre
en la fábrica de envases, para obtener el puesto
de jefe contador, y todo lo perdí.
Entonces comprendí que era un idiota nato
a quien solo la muerte trataría como igual
con otros hombres, y me haría sentir hombre.

Edgar Lee Master: Spoon River Anthology
Traducción: © Jorge Salcedo

2 comentarios:

Margarita Garcia Alonso dijo...

a menudo se negaba
a darme el beso de despedida en la verja


un gusto venir. saludos

Margarita Garcia Alonso dijo...

te di un premio de esos de blogs.