El índice, el del medio y el ausente
son los dedos idóneos
para trazar la línea
donde debe el verdugo dar su tajo.
Allí mismo, en la zona donde ha quedado un beso
y la generaciones de las hojas
se alejan complicadas
por la taquigrafía del olvido.
Ciencia menuda, ciencia digital.
En posición de loto, si prefieres.
Por ese atajo llegarás más pronto.
Yo no sé a dónde voy ni tengo un mapa.
Me guío por los pájaros y sus escasos trinos
en este largo invierno. Doy rodeos.
Me voy con la mirada por las ramas
y atisbo en su formato irregular
el cielo, el mar; la nieve derretida
sombrea en su descenso la corteza
del haya, me he enamorado de ella
y me pierdo contigo por una alegre senda.
5 comentarios:
Piérdete con ella por la alegre senda, no por el frío sendero de la nieve derretida...
Déjanos tu bandera, escudo o logo en: contodaslasbanderas@gmail.com
Gracias!
Mejor contigo, Lori. No, bromeo, por supuesto. Gracias por comentar.
Banderas, te envío mi escudo en cuanto me lo terminen; mi orfebre le está dando los toques finales. Mientras, puedes usar el sello de los caballeros templarios.
Gracias, pienso que no habría algo mejor que perderse en cualquier lugar con un poeta.
Lindo poema.
Saludos Espe
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