Ni lenta ni perezosa
apareció la maltinga,
la bebida de moringa
y afrecho (que es cualquier cosa).
Post-industrial, post-sabrosa
y exclusiva del batey,
sabe a urea de mamey
con sostenibilidad,
reflexión, senilidad
y nostalgias del Caney.
1 comentario:
jajaja, te la pido prestada
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